Enfocarnos en lo que nos apasiona

Dentro del mundo del minimalismo, hace un par de años salió el libro La magia del orden, de Marie Kondo y cambió, gracias a su método, el sentido de la organización de las cosas. Muchos nos dimos cuenta que el entorno que nos rodea está ligado a nuestro bienestar y que somos nosotros mismos los que podemos cambiarlo. Ahora ha saltado a Netflix y parece que seguirá cosechando éxitos.

Podemos estar más o menos de acuerdo con el método KonMari y su filosofía, creo que sí que ha ayudado a mucha gente a eliminar aquellas cosas que no querían tener físicamente en sus armarios y cómodas y a tener espacios mucho más habitables, pero el día a día de cada uno es un mundo y no podemos generalizar un método ni pretender que sea el ideal para todos. Tema aparte y es el tema del post, a Marie desde pequeña le gustaba ordenar y organizar, desde su cuarto hasta la clase en la que estaba en el colegio. Con el tiempo ha encontrado como hacer de su pasión su forma de vida.

Y es de lo que os quería hablar. También está claro que no todos vamos a ser grandes pintores porque nos guste pintar o cocineros con estrellas Michelín porque nos apasione estar entre los fogones. Lo que sí es cierto que el tiempo que estamos dedicados a aquello que nos gusta se nos pasa más rápido, nos reduce el nivel de estrés y por consiguiente estamos más sosegados, podemos ver los avances propios y a medio plazo sentirnos orgullosos de nosotros mismos, de reconocernos nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación.

No tiene porqué ir ligado a nuestro trabajo y ni siquiera se nos tiene porqué dar bien. Nos puede encantar la carpintería aún sabiendo que no somos especialmente manitas, lo importante es cómo nos sentimos cuando estamos enfocados en nuestro hobby. Y habrá personas de nuestro alrededor que no entiendan porqué nos gastamos tal dinero e invertimos tiempo en unas clases de ganchillo si nosotros nunca hemos hecho ganchillo, y tal vez no entiendan que estamos invirtiendo en nosotros mismos, en nuestra felicidad y en el hecho de sentirnos cómodos y tranquilos con lo que estamos haciendo. 

Todo esto revierte en nuestro día a día, con los compañeros de trabajo e incluso en las relaciones personales. Tendremos algo de qué hablar, generaremos curiosidad y nos mostramos como personas con inquietudes más allá del plano laboral. En lo personal ganaremos capacidades, fortalecerá nuestro autoestima y creatividad y bajarán los niveles de ansiedad. Intenta sacar un par de horas de tu tiempo para concentrarte en aquello que te apasiona. Y ten paciencia y constancia. Si te animas, puedes dejar un comentario a continuación y si ya estás inmerso en el proceso, ¡cuéntanos tu historia!

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