Proceso de evaluación y cambio


Aprovecho los fines de semana o días libres en el trabajo para encontrar momentos que yo llamo tranquilos desde que tengo recuerdo. Son en realidad momentos de reflexión, en los que paro a pensar sobre como ha ido la semana o como estoy enfocando un propósito en particular. 

Más adelante os hablaré sobre mis rutinas en el trabajo y cómo resuelvo pequeños quehaceres según se vayan presentando. Pero ahora me refiero al medio plazo y más a las sensaciones que tenemos y que a veces el cuerpo transmite. En muchas ocasiones nos sentimos apagados o tristes, solo vemos series en el sofá y nos da pereza salir a la calle y en otras mucho más animados, hacemos bromas y estamos enérgicos, queremos quedar con amigos e incluso planeamos viajes o retomamos aquel libro que teníamos pendiente solo porque hemos recuperado las ganas olvidadas de leerlo.

Nuestro estado anímico nos dice mucho sobre como va nuestro día a día en general y por consiguiente cómo estamos enfocando nuestros planes a futuro. Como si de medias metas se tratasen, que en realidad es lo que son. Pequeñas derrotas o triunfos que nos alejarán o nos acercarán a nuestro objetivo final y de las que tenemos que ser completamente conscientes si queremos avanzar. Es casi imposible terminar un maratón para alguien que no ha corrido nunca si no tiene un plan de entrenamiento, sin embargo, le será mucho más fácil lograrlo si lo sigue, con tiradas largas para ver cómo van evolucionando sus piernas. Con pequeños test con los que ir comprobando los progresos.

Esas pequeñas evaluaciones nos ayudarán a volver a enfocarnos en nuestros proyectos, a darles una vuelta más y a realizar un mejor trabajo allá en lo que tengamos entre manos. A veces, no sólo es necesario pararse, si no que es indispensable para pasar al siguiente nivel y seguir dando lo mejor de nosotros mismos. ¿Y si no nos hacemos evaluaciones? Se me ocurren dos posibles escenas:

 - Estamos trabajando, creando y avanzando hacia nuestras metas a buen ritmo. Estamos enfocados y seguros que estamos trabajando bien.
 - Estamos bloqueados, no sabemos hacia donde seguir, nos distraemos, y procrastinamos toda tarea que se nos presenta, por sencilla que sea.

En cualquiera de las dos suposiciones nos será positivo autoevaluarnos. En la primera nos confirmará nuestro trabajo, nos aportará aún más seguridad y nos animará a seguir con las mismas ganas e ilusión. En la segunda nos aportará información de aquello que no estamos haciendo bien y nos dará las claves para cambiarlo. No tengamos miedo a los cambios pues.

Hoy os quiero dejar un libro, El elemento, de Sir Ken Robinson, y presentaros el blog de Carlos Díaz Lastreto. Carlos tiene un blog sobre productividad en el trabajo, coaching y desarrollo, tanto personal como laboral y de organización en empresa, si tenéis un tiempo os animo a leerlo. Os lo dejo también en la columna de la derecha.

Créditos de la foto: www.freepik.es

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