Viaja


Da igual cuándo leas esta entrada del blog. Viaja. Viaja todo el rato y todo lo que puedas mientras tu tiempo te lo permita. No pares quieto. Viaja.

La propia ciencia nos dice que viajar reduce el estrés y nos hace ganar seguridad en nosotros mismos, que nos aporta felicidad cada vez que recordamos el viaje (al contrario de lo que ocurre cuando generamos felicidad momentánea al comprar un objeto) y nos hace ser más empáticos con las personas que nos rodean. Hasta aquí estoy completamente de acuerdo, porque lo he sentido así.

Cada vez que hago un viaje para ver a algún amigo o visitar a un familiar vuelvo, como mínimo, con cinco o seis ideas diferentes en la cabeza de las que tenía al iniciar el viaje, sí, las contabilizo. Y no hace falta que sea un viaje en solitario con el fin de conocerte a ti mismo, que también, puede ser que hagas el viaje con tu pareja o con amigos, los beneficios serán los mismos, pues la experiencia será la misma. Por motivos de trabajo siempre he viajado bastante hasta hace un par de años. Desde entonces viajo únicamente por placer. El año pasado hice un par de escapadas grandes y algunas algo más pequeñas y a este año le pido que siga siendo así, si hago balance he aprendido siempre algo de cada uno de mis viajes.

 - He ganado confianza en mí mismo.
 - He perdido la vergüenza de hablar en inglés y en portugués.
 - He conocido personas con costumbres diferentes a las mías, pero igual de válidas.
 - He perdido el miedo a estar perdido y a disfrutar de estarlo.
 - He mejorado mi capacidad y mi habilidad para resolver diferentes situaciones.
 - He aprendido cultura general y particular de cada sitio que he visitado.
 - He reducido mi ansiedad y he ganado en creatividad.

Valga la redundancia, viajar colocó el viajar como una de mis prioridades, y éstas han ido cambiando a medida que he viajado más y más. Es una de las mejores inversiones de tiempo y dinero que realizarás nunca, pues todo son beneficios. Al viajar descubrí también que no es importante lo que metes en tu mochila*, si no la vida que te traes de vuelta.

Puedes aprovechar e invitar a un amigo a que te acompañe a alguna ciudad o pueblo cercano ese fin de semana que tenéis libre los dos, perderos por las calles, los bares y los paisajes y compartir la experiencia juntos. Se disfruta más y se vive más, pues estamos aquí para ello.

*Prometo una entrada sobre mi mochila de viaje, que es la misma que la de mi día a día, lo mucho que entra en ella y porqué nunca la llevo llena.

Comentarios