Invertir en amigos


Me incluyo en el grupo de personas para los que sus amigos son parte de su familia, personas que sabes que van a estar ahí en cualquier momento para lo que los necesites. Me siento orgulloso de ellos.

Con el paso de los años, hemos creado un grupo bastante heterogéneo, desde el más independiente hasta el que te llama para ver un partido de fútbol entre el Getafe y el Leganés, con todos mis respetos. Tenemos un grupo de Whatapps, donde decimos (muchas) tonterías, enviamos y recibimos mil memes y discutimos de política incluso. Grabamos audios, nos damos los buenos días y nos picamos entre nosotros. Alguno manda foto de su niño, apunto de cumplir el año, se queja porque no le ha dejado dormir y otro le responde que el ha dormido menos de cuatro horas porque salió a cenar y la cosa se acabó complicando...

Y entre líneas está la magia, al menos para los que estamos fuera trabajando. Aunque la mayoría de las veces somos bastante escuetos, también hablamos por teléfono, nos ponemos al día de cómo están las cosas y ya sabéis, es un chute de energía positiva que te acompaña durante 24 horas, como las pilas. Eso hace que al volver a verlos es como no haberte ido nunca, sigues formando parte de cada uno de ellos.

Hoy no tenía pensado escribir ninguna entrada, pero quería compartir con vosotros esta sensación, y si no podéis quedar con ellos, dejaros a vosotros hacer esa llamada a ese amigo con el que no habláis hace tiempo y preguntarle qué tal le van las cosas o contarle algún proyecto que tengáis entre manos. Os sentiréis reconfortados y más cercanos a la otra persona, que también os lo agradecerá.

Lo mismo vale con la familia o con compañeros de trabajo, así que no pongáis escusas e invertid tiempo con ellos.

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